Captura de Luis “N” alias “El Conejo”: Un golpe al crimen organizado en México

El 9 de marzo de 2025, las autoridades mexicanas dieron un paso significativo en la lucha contra la delincuencia organizada con la detención de Luis “N”, conocido como “El Conejo”, en el estado de Veracruz. Este operativo, llevado a cabo por elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (Fiscalía Edoméx), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional (GN) y con el apoyo crucial de la Fiscalía General de Justicia de Veracruz, marcó el fin de la carrera delictiva de un hombre señalado como líder de la temida “Organización Unión 300”, también conocida simplemente como “Los 300”.

¿Quién es Luis “N” alias “El Conejo”?

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Luis “N”, apodado “El Conejo”, no era un criminal cualquiera. Las autoridades lo consideraban un objetivo prioritario debido a su presunta implicación en una amplia gama de actividades ilícitas que han afectado a comunidades en el Estado de México y más allá. Según los reportes oficiales, este sujeto encabezaba una organización criminal vinculada a delitos graves como:

• Homicidio: Se le acusa de estar detrás de varios asesinatos, lo que lo convirtió en una figura clave en las investigaciones de la Fiscalía Edoméx.
• Extorsión: Transportistas, comerciantes y empresarios eran blanco constante de sus demandas económicas, un esquema que generaba temor y pérdidas en el sector productivo.
• Robo con violencia: Su grupo operaba con métodos agresivos, afectando tanto a ciudadanos comunes como a negocios locales.
• Delitos contra la salud: Se sospecha que “El Conejo” participaba en actividades relacionadas con el narcotráfico.
• Despojos y daños a bienes: Propiedades privadas eran invadidas o destruidas como parte de sus tácticas delictivas.
• Evasión de delincuentes: Facilitaba la liberación de presuntos criminales detenidos, desafiando directamente a las fuerzas del orden.

El operativo: una colaboración efectiva

La captura de “El Conejo” no fue obra del azar. Tras ubicarlo en Veracruz, la Fiscalía del Estado de México coordinó un operativo conjunto que demostró la capacidad de las instituciones para trabajar en equipo. La SEDENA y la Guardia Nacional aportaron su experiencia en seguridad y logística, mientras que la Fiscalía de Veracruz facilitó el acceso y la ejecución en su territorio. Este esfuerzo culminó con el cumplimiento de una orden de aprehensión por homicidio, uno de los cargos más graves en su contra.